Dedicaciones

En esta seccion dejaré un rato mi forma algo absurda de escribir, omitiré mis presentaciones sobre las clases de expresión, como algunos personajes que admiro por su talento y creatividad.
Todo esto para donar un espacio a alguien que me ha apoyado a través de toda mi historia: mi padre, Don Carlos Rodolfo Vásquez Riquelme
Es verdad, ya fue el día del padre, que para mi es una mera motivación comercial, pero esto no deja que se forme un ambiente mas grato en las relaciones que uno puede tener con su padre. Es por eso que escribo estas palabras a estas alturas para demostrar que no es necesario dejar 1 día para poder decirlo lo que uno siente y agradece.

Desde muy niño siempre he tenido muchas metas que me gustaría lograr cumplir para formar mi desarrollo personal e incluso poder realizar diferentes actividades, que varían desde ser futbolista profesional, como enviciarme noches jugando nintendo.
Si es que no me falla mi memoria (sonó como si fuera muy viejo jaja) creo que mi primer sueño a realizar fue ser un espectacular jugador de fútbol, que por esos años de mi niñez todos queríamos serlo. Y por supuesto yo no me quería quedar fuera de esto así que como todo niño revoltoso hinchaba a mis padres para que se movieran por allí para entrar a una academia o algo por el estilo. Hasta que al poco tiempo después entré a la escuela de fútbol de la universidad de la Serena, pero yo era muy niño para ir para allá solito, ni siquiera me sabia los recorridos de las micros!!. Entonces ¿Quién me llevaba a los entrenamientos?? Mi padre!, quien se despertaba mas temprano, me tenia listo el desayuno fortificante para ese momento, un jugo isotónico para cada entre tiempo, mencionar también que fue él quien me compró mis primeros zapatos de fútbol, como también mis preciadas canilleras. Él era como mi entrenador técnico y preparador físico a la vez, el cual me llevaba a trotar por las tranquilas playas de Serena, donde le contaba lo que hacia en el colegio, mis proyectos, mis sueños, mis problemas o historias varias, como también él me contaba lo que hacia en el trabajo o me contaba historias que una que otra fueron invenciones de él (creo que de allí saque mi afán por contar desvirtualizaciones, puede ser)

Ahora se me viene a la mente todas esas veces que debía estudiar concentradamente para tener una buena nota y recibir un premio, ya sea un chocolate o tener el Nintendo en mis manos durante toda una semana….
Cuando me enfermaba, según él, la mejor solución para el enfermo era darle un lindo presente (fuera de medicamentos o inyecciones) como un dulce, un juguete lo que sea, que por cierto funcionaba de maravillas ya que despejaba mi sugestionada mente de las enfermedades. En este punto, os quiero contar cuando una vez sufrí de delirio infernal, en donde toda mi pieza se me transformaba: yo sentía que el agua estaba subiendo y me iba a ahogar, también veía monstruos que me querían matar, mi padre, muy astuto entiendo de tiro todo lo que me estaba pasando y me siguió el juego, me levantó como simulando que me estaba salvando, espantó a los “monstruos” y me salvó la vida….

Mis gustos siempre iban cambiando, hasta que encontré la pasión por la guitarra, usando una acústica donde tocaba lo que sea sin llegar a un resultado armonioso. Mi padre, que me observaba de vez en cuando, fue captando mi sorpresivo gusto, aunque dejaba claro que no sabia de música, él podía intuir mi esfuerzo y dedicación. Hasta que llegó el momento en donde le pedí que me comprara una guitarra eléctrica, él dijo que, pero con una sola condición: debía sacar un promedio sobre 65 al final de año.
Era Diciembre y yo, secretamente, ya sabía mi nota que desgraciadamente era un 64.
Un 20 de Diciembre mi padre me llama para que vaya a ver guitarras y después nos juntáramos para elegir una. Yo me paseé por el centro de Serena muy triste porque debía contarle la mala noticia antes de la compra. Hasta que llegamos al Falabella y me dijo: hijo, que cosas tienes que tener para todo el set??, yo, humildemente le pedí todo jeje. Mi padre supo mi nota, pero de cierta forma se dio cuenta de mi esfuerzo por subir mi promedio y me la obsequio para navidad.
Otras de sus sorpresivas noticias fue cuando me llamó desde Santiago contándome que estaba en una tienda de música y me pregunto: cual era el pedal que te gustaba??. yo le dije un Zoom 707. y cuando llegó me lo traía envuelto: un regalo sin propósito alguno, tan solo la ayuda y compromiso que sentía por ser aquel padre que apoya a su hijo en todo….
Estuve por mucho tiempo tocando y ensayando con mi banda, en donde mi padre me llevaba a los ensayos, nos consiguió una sala para poder ensayar, se quedaba en la pieza escuchando lo que tocaba, aunque o tuviera idea de el estilo o las composiciones que hacia, pero sentirlo al lado mío, apoyándome, muy fue muy satisfactorio…
Hasta que llegó el momento de demostrar mi talento en un escenario y fue él quien muy motivado quería ir a la tocata. a decir verdad el lugar era muy mundano, pero a él no le importo solo quería sentirse parte de mis logros. Recuerdo que, estando en el escenario, lo veía con una cara de felicidad y emoción al ver a su pequeño hijo vuelto todo un RockStar y logrando uno de sus grandes sueños, gracias a todo el apoyo que él me brindó

Como uno de los recuerdos mas reciente que tengo con él fue cuando me comento que no podía ir a mi graduación por motivos superiores, pero a pesar de todo, se dio un tiempo para invitarme a cenar y brindar por terminar todo mi periodo escolar y comenzar una vida nueva, como también cuando fuimos a una fuente de soda a comernos un churrasco casero con un tesito para despedirme y darme buenos consejos al momento de partir a mi nuevo futuro: estudiar diseño en la Chile.
No sé bien que sentía en ese momento, si alegría por ver a su hijo que comenzaba a vivir un nuevo periodo difícil, independiente, o sentía tristeza por mi partida, creo que eran ambas. Pero cuando me trajo unos libros sobre diseño me dio, indirectamente, esa señal que desde la distancia me seguía apoyando…..

Padre, siempre te agradeceré todo lo que haz hecho por mi, de cierta forma, yo soy parte de tu creación, eh aprendido de ti, tanto por tus valores, como los errores que cometemos, pero siempre has sido esa persona que estará a mi lado orgulloso de lo que hago, espero nunca defraudarte. Te quiero mucho

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